Os voy a hablar de un trastorno que es muy frecuente, sobre todo a partir de los 40 o 45 años. ¿A quién no le duele una articulación? ¿A quién no le duele una rodilla, una cadera o un hombro? Estamos hablando de la artrosis.
Aquí también cumple una función muy importante el descanso, para evitar la inflamación y sobre todo el dolor que se puede producir por la aparición de esa artrosis. Tendremos que elegir un colchón que nos ayude a aliviar esa inflamación y el dolor. Os muestro una maqueta que demuestra que el colchón ideal es ese colchón en el que se utilizan diferentes materiales que tienen distintas capas. Cada capa cumple una función muy importante, por ejemplo, una de las capas es la que trabaja para amortiguar la sentada. Después tenemos otras capas que trabajan una vez nos hemos tumbado. La capa superior, de material viscoelástico, consigue que el colchón se adapte a nuestras protuberancias.
De esta manera, obtenemos como resultado un descanso óptimo y, de alguna manera, también ayudará a nuestra enfermedad, reduciendo la inflamación y el dolor.