Qué es el estrés térmico nocturno
Simplemente es esa impotencia de poder dormir si la temperatura no baja de los 25 grados por la noche. Los casos de insomnio se disparan con la ola de calor en verano y los expertos nos han dado varias recomendaciones para que el calor no influya (tanto) en tu calidad de sueño.
Con la llegada de la ola de calor en verano. Las altas temperaturas causan varios inconvenientes, entre ellos el estorbo en la calidad del sueño, ya que, para conciliar el sueño nuestra temperatura corporal debe bajar casi un grado.
En verano, el aumento de las horas de sol provoca un retardo en la producción de melatonina, hormona imprescindible que ayuda a conciliar el sueño. Si a esto, le sumamos el aumento de temperatura, en muchos casos, no bajando de los 25 grados, se genera la fórmula perfecta y como resultado aparece el estrés térmico nocturno. Fatiga, insomnio, baja productividad, falta de concentración, accidentes laborales y de tráfico y actitud agria son las consecuencias de este fenómeno.
Consejos para dormir mejor en verano:
- Reposa la cena antes de acostarte al menos con 2h de tiempo.
- Elige sábanas que ayuden a transpirar mejor tu cama.
- Una un colchón adecuado como el Biofresh para verano. Si tu colchón es de dos caras de uso, colócalo por la cara de verano.
- Si a la habitación le da el sol, intenta evitarlo con persianas y cortinas para evitar que el sol atraviese los cristales.
- Cuando anochezca abre las ventanas para una mejor ventilación.
- Refresca puntos sensibles de tu cuerpo como: muñecas, parte trasera de las rodillas, cuello y tobillos y pies.
- Si usas aire acondicionado, úsalo 30 minutos antes de acostarte
- Mantén tu cuerpo hidratado todo el día. No es conveniente tomar mucho líquido antes de dormir.
- Date una ducha con agua tibia antes de irte a la cama.
- Ventiladores de techo silenciosos son una opción muy recomendable.
Los expertos advierten que el calor nocturno con exceso es un factor que pone en riesgo nuestra salud y puede ser incluso, causa de muerte al impedir que el cuerpo descanse con normalidad. Esto se debe a que para lograr entrar en fase NREM, nuestro cuerpo necesita bajar el pulso y si hace mucho calor, no puede bajarlo porque necesita estar activo para bajar la temperatura. En la fase REM se pierde la termorregulación por esos tenemos más frio en la segunda parte de la noche.
