La narcolepsia es un trastorno del sueño, poco conocido. Es una patología del sueño en la que se deja de producir la hipocretina, encargada de mantenernos en vigilancia.

Un buen diagnóstico, adaptación de hábitos sanos y el tratamiento correspondiente, pueden facilitar que las personas que sufren esta patología lleven una vida normal.

Se trata de un desorden autoinmune por la incapacidad de regular normalmente los ciclos del sueño debido a la ausencia de hipocretina.

1 de cada 3.000 personas la padecen, las primeras manifestaciones tienen lugar durante la adolescencia y adultez temprana. Además, 25.000 españoles la sufren pero, según la Sociedad Española de Neurología, tan sólo entre el 20% y el 40% están diagnosticados. De hecho, se estima unos 10 años entre la aparición de síntomas y el diagnóstico.

Personas que sufren este trastorno lo describen como pasar el día entre dormido y despierto, caen al suelo con emociones fuertes y tienen pesadillas por las noches. Sufriendo un estado de somnolencia, irritabilidad y confusión permanente. También presentan un sueño muy fragmentado e inestable.

La narcolepsia habitualmente viene acompañada de la cataplejía, pérdida repentina del tono muscular durante la vigilia desencadenada por emociones fuertes, como podría ser la risa.

Estas experiencias hacen que estas personas se conviertan en emocionalmente distantes ya que alteran su vida social por miedo a sufrir estos síntomas en público, esto puede llevarles incluso a una depresión.

Síntomas como la parálisis del sueño (imposibilidad de moverse o hablar mientras están despiertos), las alucinaciones hipnagógicas (percepciones visuales, auditivas, gustativas… que tienen lugar antes de quedarse dormido) o el sueño nocturno fragmentado (aunque se presente una facilidad para conciliar el sueño, no se consigue mantener de forma continua durante la noche).

Otros síntomas asociados a la narcolepsia son: despertares nocturnos, fatiga y sensación de cansancio constante, depresión, dificultad para concentrarse y memorizar, y sensación de hambre que impulsa a comer sin control ocasionando sobrepeso.

Pese a que todavía no existe cura, los tratamientos actuales, acompañados de una buena higiene del descanso, ayudan a los pacientes en su día a día. Las siestas programadas pueden ayudar a mejorar.

El apoyo y la compresión de los familiares, amigos, y el entorno en general del paciente son fundamentales para estas personas que sienten la necesidad irresistible de dormir, una necesidad que no pueden controlar.

Si sufres narcolepsia no dudes en acudir a un centro especializado, se trata de una enfermedad poco frecuente desconocida para mucha gente, puede confundirse con otras enfermedades. El diagnóstico es muy importante para comenzar el tratamiento lo antes posible.

 

Crédito Imagen: Cosas de Salud