Alimentarse y dormir son las dos funciones vitales del ser humano. El sueño nos permite descansar, recuperarnos y asimilar los conceptos aprendidos durante el día. Cuando estamos cansados no rendimos lo suficiente, estamos irritables y cuesta más llevar a cabo las tareas diarias. El sueño no solo es importante en los niños, también lo es en los mayores. Te contamos qué es y porqué tiene tanta importancia el sueño en los adultos.

Para entender el sueño debemos saber que es el momento en el que estamos inconscientes y no nos damos cuenta de lo que pasa a nuestro alrededor. Tenemos dos tipos principales de sueño, el REM (que son las siglas en inglés de Rapid Eye Movement) y la no-REM. Nos movemos entre ambas unas cinco veces durante toda la noche.

En la fase REM, el sueño va y viene durante toda la noche y supone una quinta parte de nuestro sueño, en ella el cerebro está muy activo, los ojos se mueven rápidamente y soñamos. También es el momento en el que nuestros músculos están relajados.

En la fase no-REM el cerebro está tranquilo pero el cuerpo se mueve. Es en este momento cuando las hormonas se liberan a la sangre y el cuerpo se repara después del desgaste diario. Esta fase está dividida en cuatro etapas: pre‐sueño en la que los músculos se relajan, el corazón late más lentamente y la temperatura corporal desciende. La de sueño ligero, la etapa de sueño de onda lenta en la que la tensión sanguínea cae y se puede hablar o caminar en sueños, y la etapa de sueño de onda lenta y profunda en la que es muy difícil despertarse.

La importancia del sueño en los adultos

Dormir bien implica sentirse descansado y con energía para afrontar el día, aprender la información recibida durante la jornada, así como formar los recuerdos. El corazón y el sistema vascular también descansan, así como aumenta la masa muscular mientras que las células y los tejidos se reparan.

Si no descansamos correctamente, el cuerpo no se repara ni física ni mentalmente y esto puede producir enfermedades como depresión o ansiedad. Además, de que al sentirnos más cansados no rendimos a lo largo de la jornada, estamos más irritables, tenemos menos capacidad de atención y concentración, así como una mayor lentitud de pensamiento. Todo ello puede provocar que seamos más propensos a sufrir accidentes debido a la falta de concentración y atención, de ahí la importancia del sueño en los adultos.

“Los problemas del sueño son una preocupación creciente para la salud pública mundial debido a que la falta de sueño se asocia con daños en la motivación, la emoción y el funcionamiento cognitivo, y con un mayor riesgo de enfermedades graves como por ejemplo, diabetes, enfermedades cardiovasculares o cáncer”, señalan en el estudio ‘Sueño saludable: evidencias y guías de actuación’ de la Sociedad Española del Sueño, quien apunta que en España más de 4 millones de adultos padecen insomnio crónico y entre un 25-35% de la población lo padecen de manera transitoria.

Qué hacer para dormir mejor

La Sociedad Española del sueño define la higiene del sueño “como el conjunto de comportamientos y recomendaciones ambientales destinadas a promover el sueño saludable, desarrollada originalmente para su uso en el tratamiento del insomnio leve a moderado”. Sin embargo, esto puede ser aplicado a todo el mundo ya que con estas pautas aprendemos hábitos de sueño que mejoran su calidad y con ello la salud.

Para lograr dormir correctamente podemos seguir unas pautas como, por ejemplo:

  • Asegurarnos que la cama y el dormitorio son cómodos. Para ello deberemos tener un colchón adecuado a nuestras necesidades y características. Además de una buena temperatura (ni frío, ni calor)
  • Es recomendable llevar hábitos de vida saludable y realizar ejercicio. Evitar el alcohol, la cafeína, la nicotina, comidas abundantes…
  • Tomarnos tiempo para relajarnos antes de ir a la cama
  • Si una vez dentro de la cama no logramos dormirnos es mejor levantarnos y hacer alguna actividad que nos relaje e intentar dormir pasados 10-15 minutos
  • Acostarse y levantarse aproximadamente a la misma hora todos los días contribuye a adquirir la rutina de sueño necesaria para descansar