Con el Día Mundial del Sueño (17 de marzo) se recuerda la importancia que un buen descanso tiene para la salud de las personas. Este 2020 el lema será ‘Dormir profundamente, nutre la vida’. Y así es, ya que el sueño profundo es uno de los tres pilares de la buena salud junto con una dieta equilibrada y el ejercicio regular. Por ello, te dejamos las claves para conseguir buenos hábitos de sueño en los adultos.

Dormir bien permite descansar, recuperarnos del desgaste sufrido durante el día y asimilar los conceptos aprendidos, además de recuperar la energía y vitalidad. Los especialistas en descanso señalan que “las personas con un sueño profundo y sin interrupciones experimentan tasas más bajas de hipertensión arterial, diabetes, obesidad y otras enfermedades crónicas”. Además, cuando estamos cansados no rendimos lo suficiente, estamos irritables y cuesta más llevar a cabo las tareas diarias, por eso dormir bien es tan importante.

Dormir es, queramos o no, una necesidad. El cuerpo debe desconectarse para regenerarse. Esto sucede de forma natural, aunque lo pretendamos evitar. Sin embargo, hay que destacar que no solo se trata de dormir, sino que es necesario un determinado número de horas y que el sueño sea de calidad.

Se calcula que, aproximadamente, un 30% de la población puede padecer trastornos relacionados con el sueño. Según datos de la Asociación Española de Enfermos del Sueño (Asenarco) “en el último siglo, el tiempo medio de sueño se ha reducido al menos un 20%, por lo que dormimos casi dos horas diarias menos”.

Cuando una persona no consigue dormir correctamente, los especialistas del sueño investigan las causas. Según la clasificación internacional de los trastornos del sueño existen dos grupos que pueden alterar el correcto descanso y entre las soluciones está mantener una adecuada higiene del sueño.

Por un lado, están los trastornos cuyo factor desencadenante se encuentra en el entorno de la persona como pueden ser cambios bruscos de horario (como sucede durante determinados viajes), variaciones estacionales, entornos ruidosos, etc. Por otro lado, puede ser la propia persona la que, ya sea por unos malos hábitos o por una patología de base, no consigue conciliar o mantener el sueño de forma correcta.

Hay que tener en cuenta que cuantos más años cumplimos más cambios existen en las pautas del sueño. A mayor edad, el sueño se torna más ligero y más corto, pero esto no tiene porque significar que duerman lo suficiente. Por lo que habrá que estar atentos a las sensaciones de descanso y bienestar al despertar.

Claves para conseguir buenos hábitos de sueño en los adultos

  • Establecer un horario regular de acostarse y levantarse.
  • Las siestas no deben durar más de 45 minutos.
  • Debemos evitar tomar alcohol o fumar por lo menos cuatro horas antes de acostarnos.
  • Del mismo modo, evitaremos tomar cafeína unas seis horas antes.
  • Las comidas picantes, con mucho azúcar o pesadas también deben evitarse y si se toman que sea unas cuatro horas antes de irse a la cama para poder realizar correctamente la digestión.
  • Se recomienda realizar ejercicio con regularidad, pero no cerca de la hora de acostarse.
  • La elección de la cama, somier y colchón, es fundamental.
  • La habitación debe mantener una temperatura adecuada y tiene que estar bien ventilada.
  • Eliminar el ruido y la luminosidad de la habitación.
  • La habitación es solo para dormir, mejor no utilizarla como espacio de trabajo o juego.

¿Y tú, cumples con tus horas de descanso? ¿Cuántas de esta claves cumples ya para favorecer un sueño profundo?