Existe una serie de rutinas habituales en muchos de nosotros que pueden afectar a la calidad de nuestro sueño. Hábitos tales como utilizar la tablet o tomar una tarrina de helado antes de acostarnos provoca que demos algunas vueltas en la cama cada noche.

Los expertos indican que para obtener un descanso reparador es necesario dormir de 7 a 9 horas al día, la mayor parte de los españoles duermen una media de 7 horas aunque muchos de ellos afirman no sentirse descansados al despertar por la mañana.

En cuanto a los hábitos que pueden afectar a la calidad de nuestro descanso las más comunes son las siguientes, es muy probable que más de uno de ellos se encuentren entre tu rutina antes de acostarte:

  1. Utilizar aparatos electrónicos antes de dormir. Smartphone, tablet, televisión… Nuestros dormitorios están repletos de dispositivos de este tipo. ¿Quién no revisa la bandeja de entrada del correo electrónico al acostarse? ¿Antes de dormir consultas tus perfiles en redes sociales? No eres el único. Algunos estudios concluyen que las personas que tienen este tipo de hábitos tienen un sueño menos reparador y estas acciones forman parte de la mayoría de nuestras rutinas cada noche. Se aconseja evitar el uso de aparatos electrónicos al menos 2 horas antes de dormir, notarás la diferencia. Esto tiene una explicación y es que la luz que emiten este tipo de aparatos reduce la producción de melatonina, encargada de controlar los ciclos de sueño y vigilia.

  2. Ingerir alcohol antes de acostarse afecta a la calidad del sueño. Los profesionales indican que aunque creamos que beber una copa de vino mientras cenamos nos ayudará a relajarnos la realidad es que se ha demostrado que beber alcohol provoca un sueño fragmentado por lo que afectará a la calidad del mismo.

  3. Muchos de nosotros comentemos el gran error de tomar un café a última hora de la tarde. Es recomendable no tomar alimentos o bebidas que contengan cafeína al menos 6 horas antes de acostarnos. Esta sustancia puede hacer que conciliar el sueño no sea un tarea sencilla y está presente en bebidas como el café pero también en alimentos como el chocolate.

  4. El tipo de dieta que llevamos también afecta a nuestro descanso. Si cenamos comidas muy copiosas la digestión será lenta. Tomar grasas saturadas o azúcares dificulta el descanso provocando que nuestro descanso se interrumpa. Una dieta rica en fibra ayudará a tener un sueño de calidad. Por la noche siempre tomaremos cenas livianas y ligeras para no sentirnos pesados al meternos en la cama.

Pequeños cambios en nuestras rutinas pueden mejorar enormemente la calidad de nuestro sueño, base para una vida saludable. Si formas parte del grupo de personas que cometen alguno de estos errores por la noche y no descansas bien, toma nota. Estos factores pueden ser el motivo de largas noches en vela, evítalos y duerme a pierna suelta.

¿Cometes alguno de estos errores antes de dormir? ¡Deja un comentario!