El maquillaje es el aliado perfecto en algunas ocasiones. Sin embargo, cuando llega el momento de acostarse, limpiar nuestro rostro suele ser bastante tedioso.

Debido al cansancio, seguro que alguna vez nos vamos a dormir con el maquillaje aún puesto. Esto es un error ya que puede provocar infecciones, alergias, y otras complicaciones que afectan a la salud de nuestra piel.

Cuando duermes con maquillaje, básicamente estás provocando la aparición de arrugas a tu piel. Los contaminantes ambientales y el maquillaje que se acumulan durante el día se filtran en tus poros, rompiendo la elastina y el colágeno de tu piel. Esto puede acelerar de manera importante el proceso de envejecimiento, derivando en arrugas.

Las pestañas también sufren los terribles estragos de los residuos de maquillaje, lo que ocasiona que se vuelvan débiles y quebradizas hasta el punto en que comienzan a caerse.

Además de desmaquillarse y limpiar el rostro en profundidad antes de dormir, la ropa de cama es especialmente importante en la salud de nuestro cutis. En concreto, la funda de la almohada. En ellas se quedan los restos de maquillaje, sudor, saliva, células muertas y restos de productos del cabello, lo que propicia a un cultivo de bacterias y ácaros. Como consecuencia, aparecerán espinillas y granos. De nada servirá que tengas una buena higiene diaria y retires el maquillaje por las noches, así que cambia tus sábanas una vez a la semana.