El descanso es fundamental para reponer fuerzas, cargar de energía el cuerpo y la mente y poder funcionar al día siguiente. Levantarnos descansados logra provocar en nosotros un mejor humor, que rindamos más en el trabajo, incluso que seamos capaces de asimilar mejor nuevos conceptos. En definitiva, que disfrutemos más de la vida.

El colchón es una de las principales herramientas de ese vital descanso, debemos pasar en él mínimo ocho al día, por ello hay que escoger el que mejor se adapte a nuestras necesidades y mantenerlo en las mejores condiciones durante sus diez años de vida útil. Pero, ¿cómo cuidar nuestro colchón? Te damos unos consejos.

¿Cómo cuidar nuestro colchón?

Lo recomendable es seguir las recomendaciones del fabricante que nos proporcionen en la tienda cuando realicemos la compra del colchón. Sobre todo en cuanto al transporte, desembalaje y colocación. Una vez en casa, debemos ponerlo en una superficie adecuada, el canapé o somier debe ser de la misma medida que el colchón para que este no sufra ningún tipo de desperfecto.

Entre las recomendaciones de los fabricantes está girar el colchón, de los pies a la cabeza y a la inversa, varias veces al mes durante los primeros tres meses para evitar que el colchón adquiera la huella de nuestro descanso. Además, de esta manera asentaremos los rellenos de los acolchados. Una vez pasa este período lo ideal es voltearlo cada dos o tres meses. Si el colchón tiene doble cara, será necesario darle la vuelta (modo invierno-verano) por lo menos un par de veces al año.

Tenemos que recordar que cuando dormimos transpiramos y el colchón queda impregnado de las diferentes sustancias provocando la aparición de ácaros y humedad interior. Por ello es muy importante no hacer la cama nada más levantarnos. Deberemos dejar que se ventile por lo menos durante quince minutos. Además, es muy importante limpiar regularmente el colchón. Sin embargo, no se debe utilizar productos líquidos ni remedios de la abuela para ello. Con aspirarlo una vez al mes será más que suficiente y una vez al año se debe airear al lado de una ventana durante varias horas.

Por otro lado, es recomendable proteger el colchón con una funda. En el caso de los colchones de espuma, látex o viscoeslásticos la funda tiene que ser bastante flexible, elástica y transpirable, preferiblemente de algodón. Hay que evitar usar aquellas fundas que tienen un tejido plastificado. Además, no está aconsejado utilizar colchas, sábanas u otros productos de descanso que no cuenten con una adecuada transpiración.

Te damos unos consejos

Debemos evitar:

  • Nunca debemos doblar ni plegar un colchón, ya que dañaremos los materiales y no recuperará su forma.
  • No saltes ni te pongas en pie sobre el colchón ya que puedes dañar su estructura e incluso romper la base.
  • Al desembalar tu colchón nuevo, déjalo unas horas en un lugar ventilado, es posible que tenga algo de olor tras la fabricación y el proceso de embalaje
  • Debes olvidarte de probar con ‘trucos de la abuela’ como empapar la superficie remedios caseros o limpiar en seco con cualquier producto químico. Hay muchas empresas especializadas en la limpieza de todo tipo de colchones.
  • La base que utilicemos debe estar en perfectas condiciones, de lo contrario puede dañar el colchón. Además, debe ser de la misma medida que el colchón.
  • No ponerlo en vertical durante mucho tiempo.
  • Cuidado con los colchones que en sus acolchados contienen fibras. No deben aspirarse, pues podría romper su estructura y perder las cualidades del acolchado.
  • No heredes el colchón, cada persona necesitamos una dureza, firmeza y características para un correcto descanso.
  • Cambia de colchón cada diez años aproximadamente, ya que pasado este tiempo pierde cualidades.

Y tú ¿conocías estas costumbres para el cuidado del colchón? ¿Cuántas de ellas cumples habitualmente?