Todos necesitamos disfrutar de ese sueño reparador que nos recarga energía. El descanso influye tanto en nuestra salud como en nuestro ánimo. Levantarnos descansados hace que estemos de mejor humor, rindamos más en el trabajo, seamos capaces de asimilar mejor los conceptos nuevos y, en definitiva, que disfrutemos más de la vida. El colchón es pieza fundamental en ese correcto descanso. Te damos las claves para elegir y comprar el mejor colchón para ti.

El mínimo de horas necesarias para lograr el perfecto descanso depende de cada una de las personas. Durante el sueño, el cerebro se relaja y se recarga de energía. Afianza los conceptos aprendidos durante el día y asimila las experiencias nuevas. El sueño tiene unos patrones que repite a lo largo de las horas de descanso. Nuestro cerebro repite unos ciclos de 90 minutos entre cuatro y cinco veces a lo largo de la noche. Cada ciclo está compuesto por dos fases. La primera de ellas es la fase ‘Rem’, sueño superficial que supone el 80% de nuestro sueño, y la segunda es la ‘No-Rem’, donde el sueño es más profundo.

Según algunos estudios realizados, más del 32% de los españoles se levantan cansados, sin energía o con dolores musculares. Del mismo modo, los encuestados señalan en un 61,5% que el equipo de descanso es uno de los factores que más influyen en la calidad del sueño, solo por detrás del estrés (76,5%), y el calor (72%). Es por ello que probar el colchón antes de comprarlo se vuelve casi fundamental para lograr dormir mejor. Entre los aspectos más valorados por aquellos que prueban los colchones antes de adquirirlos está la comodidad (47,6%), las recomendaciones que han leído o el vendedor les ofrece (30%), el precio, la firmeza y los materiales con los que está fabricado el colchón.

Claves para elegir y comprar el mejor colchón

A pesar de que muchos no caen en la cuenta, es necesario renovar el equipo de descanso como máximo cada diez años. Tanto la base, somier o canapé como el colchón. Para escoger aquel que se ajuste a tus necesidades deberás plantearte preguntas como si duermes solo o acompañado, si te mueves mucho durante la noche, cuánto pesas o que altura tienes e, incluso, si es para una segunda residencia o para tu dormitorio habitual. Dependiendo de estos factores deberás escoger un colchón más blando o firme, de un material y otro.

A la hora de elegir el colchón debemos saber que no existe ningún material que sea el mejor, sino que la elección se trata de algo subjetivo y lo que se adapta a tus necesidades no tiene porque ser lo que se adapte a las del ‘vecino’. Una característica a tener en cuenta es la transpirabilidad ya que la circulación del aire es importante para el confort y para la conservación de las propiedades del propio colchón.

A ello va unido la temperatura, ya que cuanto más transpirable sea mayor sensación de frescura. Además, debemos tener en cuenta que el colchón tiene que adaptarse a tu cuerpo durante la noche para ofrecer el mejor descanso.

¿Qué tener en cuenta a la hora de elegir el colchón?

El peso y tu estatura marcarán en parte el tipo de colchón que sea más adecuado para ti. Las personas con mayor peso necesitan un colchón más firme que ofrezca una superficie uniforme. Si por el contrario no pesas demasiado necesitarás un colchón más flexible que reparta bien el peso. En cuanto a la altura la deberemos tener en cuenta para que los pies no sobresalgan ni cuelguen del colchón. Para ello, deberíamos escoger un colchón, como mínimo diez centímetros más de lo que es nuestra medida. Para asegurar el confort, deberemos adquirir uno que sea de unos 15 centímetros de grosor.

Dormir solo o acompañado también influye. Para las parejas lo mejor es escoger un colchón que absorba bien el movimiento ya que cada uno duerme y se mueve de una forma determinada.

Otro de los factores a tener en cuenta es la postura en la que se duerme. Si la mejor forma para descansar es hacerlo boca arriba será necesario un colchón lo bastante firme que refuerce la zona de la nuca y la base de la columna. Si se prefiere dormir de lado, lo mejor es una firmeza media que se adapte a la postura del cuerpo. Y si se duerme boca abajo, el colchón deberá ser más blando y que no genere riesgo de sufrir malas posturas en la zona del cuello.