¿Qué tipo de persona eres, de las que duermen en la cama o de las que duermen en el sofá? Desde luego, esto es todo un ritual, ya que cada persona disfruta en un lugar diferente de la casa y se convierte en algo muy personal. Hoy vamos a valorar los pros y contras de cada uno de los dos, y te contaremos cual pensamos que sitio es el idea para darte una cabezadita de vez en cuando.

Sin duda, el sofá es uno de nuestro muebles favoritos de la casa, ya que permite descansar tranquilamente en muchísimos tipos de posiciones. En el sofá podemos pasar tiempo con la familia, ver una peli o una serie, o simplemente disfrutar de un buen libro durante un rato. A pesar de que sea un lugar estupendo para pasar una tarde de domingo, hay mucha gente que opina que esto no es nada bueno, y esto es, para nosotros, algo demasiado radical. Seguramente te habrá ocurrido alguna noche que, llegas cansado del trabajo y, al sentarte en el sofá a descansar, caes dormido por completo. El momento en que te levantan y te trasladas a la cama trastoca gravemente tu ciclo del sueño, y lo más probable es que te desvele y no puedas volver a conciliar el sueño. Por ello, es más recomendable pasar la noche en el sofá. Aún así, si decides quedarte en el sofá a pasar la noche, debes tener en cuenta la posición que eliges para dormir. El sofá alberga millones de posiciones pero no todas son recomendables para dormir y pueden provocarte dolores musculares al día siguiente. Debes elegir una posición donde mantengas la espalda recta y cómodamente.

En cambio, la cama también alberga muchísimas posiciones pero no la gran mayoría van a tener como consecuencia los dolores –como ocurre en el sofá-, ya que es más sencillo encontrar una buena postura. La cama también permite realizar diversas actividades relajantes antes de irte a dormir, pero limita mucho más las relaciones sociales. A no ser que duermas con tu pareja o tu querida mascota, quizá estas relaciones se vean un poco flojas, pero seguro que disfrutarás de un momento a solas.

Para nosotros, es mucho mejor descansar en la cama, aunque nunca está de más echar una cabezada en el sofá después de una buena comida. Desde aquí, te recomendamos que siempre elijas la cama y el sofá sea de forma excepcional.