Los problemas del sueño suponen una de las preocupaciones para la salud mundial debido a que la falta de horas que destinamos a nuestro descanso se asocia a daños en el sistema cognitivo. Basándose en diferentes estudios, es imprescindible establecer unas normas y hábitos de sueño saludable para mejorar la salud de las personas.

Cada día nuestro reloj biológico avisa de que ha llegado la hora de acostarse. Los expertos demuestran que el sueño de calidad se inicia aproximadamente dos horas después del comienzo de la producción de melatonina, que se produce cuando comienza la bajada de temperatura corporal central y de la fase ascendente de la temperatura de la piel distal.

Por otro lado, el final del sueño tiene lugar unas dos horas después del inicio de la fase ascendente de la temperatura central y se asocia con una bajada en la temperatura de la piel distal y con el cese de la secreción de melatonina

Es de vital importancia establecer un horario de sueño, acostarse y levantarse siempre a la misma hora ya que ayuda a dormir mejor. Esto debe respetarse incluso los días festivos, evitando que el desfase con el descanso diario sea de más de dos horas.

Expertos indican que se ha encontrado relación entre sueño de corta duración y presencia de fatiga diurna, afectación psicomotora, accidentes, deterioro de la salud física y psicológica y bajo rendimiento académico o laboral. Por eso, dormir una hora más mejoraría de forma notable la salud de la población.

De hecho, se ha demostrado que la carencia de sueño es un factor de riesgo en enfermedades graves, como diabetes, cáncer y enfermedades cardiovasculares. Se evidencia la relación entre los trastornos del sueño y el riesgo de sufrir un ataque al corazón o un derrame cerebral en el largo plazo.