Algunos estudios indican que las horas necesarias de sueño varían en función del número de horas que estamos expuestos a la oscuridad. En invierno, donde hay 14 horas aproximadamente de oscuridad, dormimos una media de 8.5 horas. En cambio, en verano, con 8 horas de oscuridad, dormimos 7.5 horas aproximadamente. Por lo que, la estación en la que nos encontramos influye sin lugar a dudas en nuestro descanso. Sin embargo, la luz artificial afecta directamente tanto a la calidad como a la cantidad de horas de sueño. Hoy hablamos acerca cómo conseguir el sueño perfecto este otoño.

Con el otoño llega la vuelta a la rutina y con ello, nuestro cuerpo nos pide, entre otras cosas, un aumento de cafeína para aguantar el ritmo del día a día. Uno de los consejos más importantes para conciliar el sueño en esta estación será limitar la ingesta de cafeína, principalmente, a partir de las 4 de la tarde. Con la bajada de temperaturas nos apetece tomar bebidas calientes para entrar en calor, una buena idea será sustituir el café por infusiones como la manzanilla.  Tomar este tipo de infusiones calientes ayudará a la liberación de melatonina, hormona encargada de inducirnos el sueño. Esto nos ayudará a conciliar el sueño más fácilmente, puede convertirse en la varita mágica para caer en los brazos de morfeo en pocos minutos.

El uso de smartphones o tablets no es aconsejable, ni en otoño, ni en ninguna estación del año al menos dos horas antes de acostarnos. ¿Por qué? Este tipo de dispositivos electrónicos emiten luz azul que puede limitar la secreción de la melatonina. Cuando esto ocurre, conciliar el sueño se convierte en una tarea nada sencilla. Llega la hora de acostarnos, nos metemos en la cama, no podemos dormir. ¿Qué hacemos? Consultamos nuestros perfiles de redes sociales, Whats App… ¿Qué ocurre? La luz azul nos aleja del sueño, no podemos dormir y entramos en un círculo vicioso. Cuando el sueño se resiste a llegar nos despertamos a la mañana siguiente como si no hubiéramos descansado lo suficiente.

Otro de los factores que afectan a la calidad de nuestro sueño es la temperatura. Para dormir cómodos y confortables durante el otoño necesitaremos mantener una temperatura adecuada a lo largo de la noche. La temperatura perfecta para tu dormitorio se encuentra entre 18 y 21 grados. En esta cuestión la ropa de cama juega un papel fundamental. Ha llegado el momento de sacar tu edredón nórdico, va a ser tu mejor aliado este otoño. Si nos abrigamos poco o en exceso provocará despertares a lo largo de la noche que acabarán pasando factura a la calidad de nuestro descanso.

Las cenas, ligeras (sin pasarnos). Si te acuestas con el estómago lleno provocará que tu temperatura corporal suba y el nivel de azúcar aumente, esto no te ayudará en absoluto a conciliar el sueño, sino todo lo contrario. Lo ideal es cenar unas tres horas antes de acostarnos. Haz una lista de los alimentos que incluyen triptófano, un aminoácido que ayuda a la producción de la melatonina y seratonina.  

Una vez llegada la transición del verano al otoño, el descenso de las temperaturas, los días son más cortos, te cuesta más salir de la cama, las lluvias… Hacen que nos sintamos más cansados de lo habitual y con más sueño. Es normal, toma nota de estos consejos y no dejes que el cambio de estación altere tus sueños.

¡Feliz otoño a todos!