Un sueño reparador es la parte más importante del día, ya que este restaura la energía gastada durante la actividad diaria. Cuanta más actividad física tengamos, más largo deberá ser nuestro tiempo de reposo. Además del trabajo diario, hay otras muchas actividades que pueden producirnos fatiga como, por ejemplo, no haber dormido el número de horas necesarias, una alimentación incorrecta, desequilibrio emocionales o afectivos, o incluso un exceso de esfuerzo intelectual.

También tenemos que tener en cuenta que hay otros factores individuales que pueden causar nuestro cansancio durante el día: alteraciones físicas o psíquicas, convalecencias de enfermedades, o tratamientos médicos prolongados.

Dormir mal produce somnolencia, cansancio, fatiga, pesadez e incluso, dolores en las extremidades. Esto influye en que tengamos un déficit de nuestros reflejos, dificultades para concentrarse, recordar y memorizar datos. A nivel emocional, aparece el nerviosismo, la irritabilidad, el decaimiento, la labilidad emocional y, en caso de existir un trastorno o enfermedad, puede hacer que empeore. 

Para poder descansar eficazmente es necesario que no nos veamos perturbados por ruidos, ansiedad o por dolores.

Para que nada de esto te ocurra, te traemos una guía muy sencilla para conseguir un sueño reparador y agradable: 

  • Debes mantener un horario regular para dormir. Esto quiere decir que trates de irte a dormir a la misma hora todas las noches, en la medida de lo posible.
  • El ejercicio regular a una hora adecuada estimula nuestro sueño. En general, el ejercicio hace más fácil la inducción del sueño, y contribuye a que sea más reparador. Sin embargo, el ejercicio inmediatamente antes de ir a la cama hará más difícil conciliar el sueño. Por eso, se aconseja hacer ejercicio por lo menos 2 horas antes de irse a la cama.   
  • Introduce en tu rutina elementos agradables y relajantes para dormir. Una actividad rutinaria inmediatamente antes de ir a la cama hará más fácil que concilies el sueño. Se pueden probar actividades relajantes como tomar un baño caliente, leer o escuchar música. Se debe evitar a toda cosa ver la televisión o jugar a videojuegos, pues esto te estimula y resulta más difícil conciliar el sueño después.
  • Limita el tiempo que vas a dormir. Hay que determinar la cantidad de horas de sueño que son necesarias para sentirse bien y limitar estas al tiempo total de permanencia en la cama. Debes dormir un máximo de 9 horas, y un mínimo de 7 horas. Esto quiere decir que dormir menos o más provocará que estés mucho más cansado al día siguiente.
  • Nuestro último consejo es que aprendas a crear un ambiente que estimule tu sueño. La mayoría de la gente duerme mejor en un ambiente fresco, silencioso y oscuro. Revisa tu habitación para ver si hay ruido u otras distracciones, como demasiada luz, un ambiente muy seco o húmedo, o demasiado calor o frío. Asegúrate de que tu colchón te resulta confortable y firme.

Esperamos que sigas nuestros consejos y trates de ponerlos en práctica esta misma noche. A nosotros solo nos queda decir… ¡buenas noches!