El estado de somnolencia aparece cuando no descansamos correctamente. Sentirse cansado, fatigado o con sueño es normal si durante las horas de sueño nuestro cuerpo no logra completar correctamente los diferentes ciclos del sueño. Pero, ¿por qué se produce la somnolencia y cómo evitarla?

Una de las formas más eficaces y saludables de no padecer somnolencia a lo largo del día es dormir lo necesario y con la suficiente calidad como para que nuestro cuerpo y mente se regeneren y podamos rendir a lo largo de la jornada. Dependiendo de cada persona se necesitarán más o menos horas, pero lo que es fundamental es que ese sueño sea de calidad. Un buen colchón, un buen ambiente y una buena higiene de sueño serán fundamentales para lograrlo.

Por qué se produce la somnolencia y cómo evitarla

Uno de los hábitos saludables que suelen pasarse por alto es el sueño, ya que por norma se tiene en cuenta la alimentación y el ejercicio físico. Sin embargo, somos muy conscientes de que una mala noche pasa factura a lo largo del día. Cansancio, falta de concentración, somnolencia… y si esto ya no es puntual sino que se repite en el tiempo se convierte en un verdadero problema y llegan los llamados trastornos del sueño.

El sueño ideal para la mayoría de las personas es de siete a ocho horas por noche, sin embargo, cada uno tiene sus propias necesidades en cuanto a la cantidad de horas. Por ello, lo mejor es conocerse a si mismo. Si tras dormir ocho horas te sientes cansado y al dormir nueve horas por la noche estás bien, lo ideal para ti es dormir unas nueve horas. Tener sueño todo el día afectará negativamente a las relaciones personales, a nuestro ritmo de trabajo, a nuestra vida diaria, nuestros hobbies… Esto podría ocasionarnos frustración, estrés, depresión, baja autoestima y otros síntomas que nos harían la vida muy difícil.

Además de la falta de horas de descanso o calidad del mismo, existen otros factores que pueden ser causa de fatiga. Desequilibrios hormonales, incluso los cambios hormonales normales que se producen a lo largo de la vida, como en la menopausia, o enfermedades relacionadas con la tiroides (hipotiroidismo) pueden sentirse débiles muscularmente y abatidas.

Si tras dormir las ocho horas recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), todavía tienes ganas de dormir todo el día, está claro que hay algo que falla en tu sueño nocturno. Causa de este no descanso pueden ser trastornos del sueño como apneas del sueño, narcolepsia, ansiedad, estrés o hipersomnia.

Consejos para evitar la somnolencia tras la comida

Puede que la somnolencia aparezca después de comer. Una pequeña siesta podría solucionarlo, además está más que recomendada para continuar con la jornada. Además de algo tan típico español como la siesta y que en el resto del mundo están copiando, te aconsejamos para evitar la somnolencia:

  • Desayunar proteínas y grasa saludable
  • Evitar comer almidón y azúcar todo lo posible
  • Antes de otro café, bebe más agua. Hay que señalar que en muchos casos la deshidratación provoca la sensación de fatiga
  • Comer un puñado de frutos secos a media mañana, evitando tomar más azúcares como por ejemplo fruta
  • Todas las comidas que se ingieran deben incluir proteínas
  • No mezclar grasa y azúcar
  • Hacer pausas mientras se realiza algún ejercicio como caminar o subir escaleras durante 10 minutos
  • No pasar más de cuatro horas sin comer, pero tampoco comer demasiado.
  • Hay que lograr un equilibrio en cada comida a lo largo del día
  • Evitar el alcohol