En ViscoConfort sabemos que dormir en un avión no siempre resulta una tarea sencilla. La mayoría coincide, la mejor estrategia para superar un largo vuelo es dormir todo lo posible. Pero… ¿cómo conseguirlo? Toma nota de estos consejos para descansar como un bebé en las alturas.

Si llegas cansado al vuelo, será más fácil conciliar el sueño. Realizar alguna actividad física o dormir menos horas el día anterior te ayudará a caer K.O. en tu asiento. ¡Las horas pasarán volando!

Hazte con una fila de asientos vacía. Lo sabemos, si lo consigues es que has tenido mucha suerte, pero nada es imposible, ¿verdad? No será tan cómodo como tu Bambú Evolution pero no está nada mal.

Intenta conseguir un asiento en la ventana. Si eres de los que se despiertan con el mínimo ruido, evitarás continuos despertares cuando tu vecino se levante al servicio o pase el carrito de comidas y bebidas. Un truco: si consigues que te ubiquen en la fila junto a la salida de emergencia podrás estirar las piernas.

No olvides tus auriculares. Escuchar música relajante puede ayudarte a caer en los brazos de Morfeo más fácilmente. Además, te ayudará a aislarte del ruido constante en cabina. Para no escuchar los ruidos de los motores, conversaciones, gente paseando… pueden servirte un clásico, los tapones. Si puedes ubicar tus asientos en la parte delantera del avión, es la parte más silenciosa.

Utiliza un antifaz durante el vuelo. Se trata de un accesorio muy útil si tienes problemas para dormir con luz ya que habrá iluminación durante el vuelo. La luz reduce la segregación de melatonina, hormona que nos incita el sueño. La oscuridad nos ayudará a dormir durante el vuelo.

Llévate una almohada. Ya sea la de tu casa, una almohada de viaje o un collarín cervical en forma de U. Encontrar una buena posición para dormir es fundamental para no despertar con un molesto dolor de cuello. Puedes añadir unas gotas de esencia de lavanda, que cuenta con propiedades relajantes y calmantes.

Elige ropa cómoda para viajar. No hace falta viajar con el pijama puesto, con un chándal o ropa suelta será suficiente. Pantalones de tejidos fluidos, sudaderas… Algo con lo que estés cómodo para dormir. Los vaqueros no son muy buena idea, tampoco pantalones cortos ya que la temperatura durante los vuelos suele ser algo fresca, acertarás si te llevas una manta para cubrirte.

¡Felices vacaciones y dulces sueños!