Al contrario de lo que mucha gente cree (incluidos la mayoría de los fumadores), la nicotina es un estimulante del sistema nervioso y no un tranquilizante. Es cierto que en dosis bajas –uno o dos cigarrillos- la nicotina puede producir una ligera sedación. En cambio, en cantidades mayores, el efecto es justamente el opuesto: se produce una activación fisiológica.

Muchas personan piensan que fumar un cigarrillo antes de ir a dormir les calma, reduce la ansiedad y les relaja. Pero lo más habitual es que una persona fumadora no se limite a un cigarro antes de dormir, si no que en las últimas horas lleve varios. Así, al tercer o cuarto cigarro, comienzan a estimulares y fuman más “para relajarse”, añadiendo otra consecuencia negativa más al hábito del tabaquismo: dificultad para dormir. Se ha constatado que los fumadores tienen menos calidad y más problemas para conciliar el sueño que los no fumadores o los fumadores muy moderados.

Tras evaluar a más de 1000 fumadores y más de 1200 no fumadores, y considerar factores de confusión como el estrés, la ansiedad, la edad y el consumo de alcohol, se comprobó que quienes fuman tiene un descanso de peor calidad y duermen menos horas que los fumadores. Asimismo, se observa una asociación positiva entre el grado de adicción a la nicotina y el mayor consumo de tabaco, con una menor duración del sueño.

Este estudio concluyo que el tabaco deteriora la calidad y la duración del sueño. Estas consecuencias constituyen otra vía mediante el cual el tabaquismo afecta a la salud. Un descanso incorrecto puede perjudicar a la salud metabólica y se asocia a enfermedades diversas.

La nicotina es adictiva. Permanece en nuestro organismo entre 1 y 3 horas. Cuando los niveles de nicotina bajan en sangre, se sienten los primeros síntomas de necesitar otro cigarrillo. Si eres de los que fuman antes de acostarse o en los despertares nocturno, puede ser que tu cuerpo se acostumbre a la nicotina durante la noche y que la necesidad de fumar te despierte.

La solución a este problema es muy simple: dejar de fumar. Todos conocemos la cantidad de efectos negativos que tiene la nicotina sobre nosotros, y dejar de fumar no sólo mejora la respiración, también mejora el funcionamiento cardiovascular, el sentido del gusto y del olfato, y puede contribuir a una mejora en la duración y la calidad del sueño. Pero si todavía te encuentras en el proceso de dejar de fumar, te recomendamos que no fumes en casa, por lo que no fumarás antes de irte a dormir o durante los despertares.